En el siglo XVI Arica comenzó a incorporarse en las cartas de navegación, al realizar los españoles los primeros viajes hacía el sur del Virreinato del Perú. Su privilegiada bahía y abundancia de alimentos y agua, hacen que los viajeros la consideren puerto de recalada obligatorio. Puesto que, la ciudad se ubica entre las desembocaduras de los ríos Lluta y Azapa, generando un territorio rico en suelos y recursos hídricos, constituyendo un verdadero oasis que contrasta con la aridez predominante en el paisaje.
El gran cambio para la ciudad se produce con el descubrimiento en Potosí (Audiencia de Charcas, actual Bolivia) de las más grandes y ricas minas de plata del “Nuevo Mundo”, Arica se transforma en el puerto natural para la salida del mineral, utilizando El camino Real de Potosí a Arica, que fue la vía histórica que conectaba las minas de Potosí con el puerto de Arica. Este camino Real de 834 kilómetros se configuró como el principal canal de comunicación del Altiplano con el Océano Pacífico a partir de la segunda mitad del siglo XVI hasta inicios del siglo XVIII. Si bien el transporte de metales como plata y mercurio (usado en el proceso de amalgama de la plata) era lo principal también era utilizado para el tránsito de mercaderías de diversos géneros que se dirigían rumbo a la Villa Imperial de Potosí, el mercado económico más apetecible del Virreinato del Perú. Estos bienes eran transportados a lomo de llamas o mulas, en caravanas de miles de animales de carga que recorrían territorios a gran altitud (cerca 4.000 m).
Tal fue el impacto, que en el año 1570, el Rey de España Felipe II, por mandato real le confiere el título de noble, leal e Ilustre Ciudad de San Marcos de Arica se conformará con Cabildo de un Alcalde, Alférez Real i demás oficios i ordenó enviar ahí doce familias para aumento de su población. Años después en 1657, el Rey Felipe IV mandató al Virrey del Perú, Luis Enríquez de Guzmán, conde de Alba de Liste, para que se confeccionara el Escudo de Armas de la Ciudad San Marcos de Arica, que fue el utilizaron las Milicias Ciudadanas en la batalla de Arica cuando enfrentaron a los piratas ingleses enarbolando este emblema.
El expresidente de Bolivia Carlos Mesa con motivo de su libro «La historia del mar boliviano» (2016), señaló que «Hemos hecho un descubrimiento extraordinario, el escudo de la ciudad de Arica que fue otorgado por la corona española, en la parte superior tiene una montaña que es el Cerro Rico de Potosí”, que el escudo original, que data del siglo XVII, el Cerro Rico de Potosí aparece idéntico, incluso con el cerro menor. En cambio, en el blasón actual, que ya está estilizado, solo se aprecia una lomita.
Con la plata se acuñaba en la Ceca o Casa de Moneda de Potosí el Real de a 8, que fue la primera divisa mundial y mantuvo ese privilegio por 300 años.