Vicente Benavides

Benavides Llanos, Vicente

Fue un militar chileno, perteneciente al bando realista y Caudillo de los últimos reductos realistas durante la Guerra de emancipación de Chile.

Hijo de Toribio Benavides -alcaide de la cárcel de Quirihue- y de María Isabel Llanos, Vicente nació en esa misma localidad en 1777, y murió ajusticiado en Santiago en febrero de 1822.

En 1811, se enroló en las filas del ejército, pero una vez iniciada la Guerra de Independencia (1813), abandonó las fuerzas revolucionarias e ingresó en las monarquistas.

Fue capturado en el Combate de Membrillar, pero logró fugarse y reincorporarse a las filas realistas. Se encontró presente en la Batalla de Rancagua, en octubre de 1814, y tras ella obtuvo el grado de subteniente. Durante la Patria Vieja, organizó y encabezó un movimiento realista de resistencia hasta ser capturado y fusilado.

Escape de la muerte

Tras el triunfo patriota en Chacabuco, partió hacia la región de La Frontera con la intención de coordinar la lucha de los mapuches en contra del nuevo gobierno, y apoyar a las fuerzas españolas que se encontraban en Talcahuano.

Participó en la Batalla de Maipú, donde nuevamente fue capturado y condenado a muerte, conmutándosele la pena por la de destierro en Mendoza. En el trayecto, intentó una fuga y se le disparó, dándosele por muerto. Muy mal herido, pudo regresar a su casa. El sacerdote que había logrado la conmutación de la pena de muerte, Salvador Andrade, intervino nuevamente en su favor y convenció al general José de San Martín de las rectas intenciones de Benavides. San Martín lo envió al Sur, creyendo que Vicente podría lograr que sus camaradas se rindieran, sin embargo, todo no pasaba de ser un ardid.

Apoyo del Virrey Pezuela

Al llegar a la Frontera, de nuevo empuñó las armas y formó un cuerpo armado, logrando contactarse con las fuerzas criollas que se organizaron en Chiloé para apoyar al Rey.

Enterado el Virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela, acerca de la existencia de esta fuerza, le confirió a su líder el grado de coronel. Una vez que Benavides organizó completamente a sus hombres, inició (1819) lo que se ha conocido como la Guerra a Muerte, que se caracterizó por la ferocidad con que se actuaban ambos bandos.

Benavides contaba con alrededor de 3.000 hombres mal disciplinados y con ellos pensaba derribar al gobierno revolucionario.

Captura y muerte

En sus campañas, Benavides logró derrotar a las fuerzas del gobierno en Tarpellanca (1820), pero finalmente fue derrotado en Las Vegas de Saldías. En esta última batalla, evitó ser capturado y se embarcó en una pequeña nave con la esperanza de poder arribar al Perú.

Al desembarcar para aprovisionarse en Topocalma, fue traicionado por uno de sus hombres y detenido por las autoridades (febrero de 1822). Estas lo trasladaron a Santiago, donde se le ridiculizó, fue colgado 23 de febrero de 1822 y su cuerpo fue expuesto a la vista pública durante todo el día y luego descuartizado, enviándose sus partes a distintos lugares. Incluso, hay autores que señalan que su cabeza fue exhibida durante un año, dentro de una especie de jaula, en Concepción.

Vuelve a la vida en este busto del escultor argentino Jorge Rodolfo Marsch.