Luis Manuel Zañartu e Iriarte, es el más famoso Corregidor de Santiago en la época virreinal. ¿Quién fue este hombre y como su leyenda continúa hasta el día de hoy?.
Comerciante vasco nacido en Oñate el 10 de septiembre de 1723 y que fallece el 15 abril de 1782.Es uno de los más recordados y famosos corregidores por el impacto de su obras y gestión que ha llegado hasta la época actual.
El 11 de diciembre de 1762 el Gobernador de Chile Antonio Guill y Gonzaga recibe el nombramiento de Corregidor y de Justicia Mayor de Santiago, lo cual le otorgó mucho poder y autoridad militar. Esto sumado a su carácter inflexible y severo propio de su origen vasco le fue dando fama en su gestión pública.
Se abocó a crear muchas obras públicas de Santiago entre las más famosas están la canalización y transporte de agua cordillerana a la ciudad, la construcción de refugios cordilleranos en la ruta a Mendoza y el puente de Cal y Canto. Así también se destacó por la imposición del orden público, deteniendo el pillaje que asolaba a la ciudad.
PUENTE DE CAL Y CANTO
El Puente de Cal y Canto fue una de las obras de ingeniería más complejas y emblemáticas realizadas en el Santiago Virreinal. Resulta que en el siglo 18 no era para nada fácil cruzar el rio Mapocho, se decía de él que era “el típico río Araucano: beligerante y solapado dispuesto a atacar cuando se siente fuerte”, esto dado que en múltiples ocasiones el torrente destruyó los puentes dejando aislado el sector conocido como la Chimba. En 1763, tras derrumbarse el reconstruido Puente Antiguo, el Cabildo de Santiago ordena ejecutar uno nuevo de una estructura sólida que asegure la conectividad en toda época beneficiando a los más de 22 mil habitantes de la ciudad. En 1765, se realizaron los estudios y las faenas comenzaron en 1772.
El 20 de junio de 1779, el Corregidor Zañartu da por terminados los trabajos del Puente Cal y Canto. Con un costo de $200.000, una gran fortuna para la época. Se utilizó mano de obra de los reos para llevarla a cabo.
La obra resistió los embates de las crecidas del río durante más de cien años -como por ejemplo el violento temporal de 1783- pero al empezar la canalización en 1888, se intervinieron algunas de sus partes, produciendo su derrumbe durante una crecida del río en agosto del mismo año. El hecho provocó la molestia de la sociedad santiaguina en general, que veían en el puente un patrimonio urbano de gran utilidad para efectos los recorridos al norte del territorio así como era el inicio del camino real a Mendoza.
Convento del Carmen
Esta es la única obra aún se mantiene en pie y en funcionamiento como parte de la Vicaría Norte del Arzobispado de Santiago. En 1766 el arzobispo de Santiago, Manuel Alday junto al Corregidor Luis Manuel Zañartu consiguieron la autorización del Rey Carlos III para fundar el Convento de las Carmelitas en Santiago.
Se encuentra ubicada a la orilla de la actual avenida independencia y que en la época virreinal era conocida como el Camino del Rey, Real Cañadilla que era la ruta a Mendoza. La iglesia del convento se construyó con recursos propios del Corregidor en estilo neoclásico, con una fachada en la que destacan pilastras y columnas de orden corintio. El acceso principal está compuesto por un frontón curvo, al costado del cual se levanta una torre de ladrillo, con cuerpos de madera forrados en hierro estampado.
La iglesia del Monasterio del Carmen de San Rafael, fue inaugurada por el corregidor Zañartu en 1777 y los representantes de la Real Audiencia. En 1783 fue dañada por el desborde del río Mapocho y restaurada en 1870 por el arquitecto Fermín Vivaceta. Se utilizó como convento hasta 1958; fue declarada Monumento Histórico desde 1983. En el convento que construyó para sus hijas Teresa y Dolores, reposan los restos del corregidor Zañartu.
Tajamares
A la luz del régimen de lluvias actuales parece una obra sin mayor relevancia pero en su época representaba un gran riesgo para la ciudad las crecidas y desbordes del Río Mapocho. Por lo cual, el corregidor Zañartu propuso la construcción tanto de los tajamares definitivos como del Puente de Calicanto sobre el Mapocho. Para ello también utilizó a cientos de presos comunes a través de trabajos forzados.
Los tajamares no lograron resistir una nueva inundación del 16 junio 1783, que fue un temporal de grandes lluvias que duro 9 días, un verdadero diluvio que produjo grandes daños en toda la ciudad, en las chacras con muchas casas destruidas con numerosos muertos, donde las monjas del convento tuvieron que ser rescatas pues estaban a punto de ahogarse al inundarse las celdas del templo.
Posada del Corregidor
Existe una calle en honor al Corregidor Zañartu en la cual se encuentra una antigua casa de estilo español que fue centro de reunión de la bohemia santiaguina. Actualmente remodelada es un centro de exposiciones de la municipalidad de Santiago, y es conocida como La Posada del Corregidor que si bien nunca vivió allí, por su estilo, el nombre de la calle recuerda los tiempos virreinales.
Legado
Su espíritu emprendedor, tenacidad, su impronta realizadora marcada por grandes obras públicas y el control del pillaje en la ciudad hace que sea de las pocas autoridades virreinales que aún son recordados por la población de Santiago. Existen varias calles con su nombre, por lo que más presente esta es la importante estación de metro Puente de Cal y Canto, que recuerda su más famosa construcción y hace que permanezca en la memoria colectiva de la ciudad.