14 Frases del lenguaje común con orígenes en los ejércitos españoles de la época imperial.
Efectivamente, hoy tanto en Chile y América utilizamos muchas expresiones en el lenguaje común, que proceden de nuestra raíz común hispana, y son de naturaleza militar dado que eran usadas por los ejércitos españoles conocidos como Tercios, que durante 3 siglos fueron la infantería más efectiva del mundo.
- Bicoca: cuando algo es extremadamente sencillo o fácil. Esto hace referencia a la batalla de Bicocca (27 abril 1522), ubicada al norte de Milán. Donde Mercenarios Suizos y tropas francesas se enfrentaron a tropas formadas por los tercios españoles que defendían al papa, y que eran superadas en número. Pero al producirse la batalla los imbatibles Piqueros Suizos debieron subir una suave colina lo cual hizo que se convirtieran en blanco fácil de los arcabuceros de los tercios. Los suizos y franceses se retiraron dejando tras de si mas de 3 mil muertos contra ninguna baja de los españoles.
- Camarada: Su origen viene de cuando los tercios tenían que prolongar su estancia en algún lugar. Entonces se reunían en grupos de ocho o diez soldados para hacer camarada o camareta. Así lo explica un documento de la época: «Hacen la camarada, esto es, se unen ocho o diez para vivir juntos dándose entre ellos la fe (juramento) de sustentarse en la necesidad y en la enfermedad como hermanos».
- Chaquetero: Se designa hoy chaquetero a aquel que «cambia de bando o partido». el origen del término popular está en la reforma luterana, cuando los partidarios de cada tendencia se distinguían de los demás por el color de sus chaquetas. Algunos optaban por darle la vuelta a esta prenda para mostrar su forro, el cual solía ser distinto, de forma que se amoldaba a las circunstancias según les apetecía.
- Chusma: Eran los prisioneros condenados a «apalear sardinas» (a remar) en galeras y por tanto encargados de las tareas más ingratas. Todos recordamos a la mamá de Quico, diciéndole no te juntes con esta chusma, en el icónico Chavo del Ocho.
- Disparar a mansalva: Se trata de una abreviación de la expresión militar «disparar a mano salva», que significaba disparar con seguridad y sin ningún peligro para el que dispara, aunque hoy se utiliza principalmente con el significado «en abundancia».
- Doce Apóstoles: Cinta de cuero que portaba los 12 recipientes con la pólvora exacta para cargar los arcabuces o mosquetes. Era la precursora de los cartuchos de fusil.
- Dar la lata o ser Latero: los soldados de los tercios, registraban su curriculum militar escritas en piezas de cuero que portaban guardándolas en un tubo de de lata. La expresión se utiliza cuando esa persona quería fanfarronear de las batallas en las que había participaba, se decía, este viene a dar la Lata.
- Irse a la Porra o Ándate a la Porra: El sargento mayor de cada Tercio de Flandes, la unidad de élite de los ejércitos Habsburgo en el siglo XVI y XVII, dirigía los compases de sus hombres moviendo un gran garrote, una especie de antecedente de la batuta de orquesta que recibía el explícito nombre de porra. Cuando una columna en marcha hacía un alto prolongado, el sargento mayor hincaba en el suelo el extremo inferior de su porra distintiva para simbolizar la parada. Los soldados arrestados debían permanecer sentados en torno a la porra que el sargento había clavado al principio. Eso equivalía por tanto a «enviar a alguien a la porra», como sinónimo de arrestarle.
- Ir de punta en blanco: Decir que una persona va de punta en blanco hace referencia a ir con las mejores galas. El origen de esta expresión se remonta en este caso a la época medieval y tiene una clara alusión al hecho de que los antiguos caballeros, cuando se disponían a ir a la batalla se equipaban con las mejores piezas de su armamento. Las «armas de punta en blanco» eran aquellas afiladas, cortantes y puntiagudas, que estaban compuestas de acero pulido de tal modo que brillaban al sol, al contrario de las que usaban durante las prácticas y cuyas armas carecían de punta para no dañar al contrincante.
- Ir de tiros largos: Cuando alguien va muy elegante se suele emplear esta expresión a modo de halago. Los tiros eran las correas que sujetaban el sable a la cintura y en aquellas ocasiones en los que el soldado deseaba ostentar dejaba el sable más suelto, es decir, de tiros largos. Si bien en combate se llevaba bien sujeto, en la vida civil se buscaba más comodidad.
- Me importa un pito: El pífano o el «pito» era el chico que tocaba tal instrumento en el ejército. Su paga era muy baja. Por tanto cuando utilizamos la expresión «me importa un pito» damos a entender que le damos muy poco valor al asunto.
- Meterse en camisa de once varas: Intentar hacer algo demasiado complicado para nosotros. La camisa o cortina es la denominación medieval de un lienzo de muralla, espacio entre dos torres. Y las varas eran una unidad de medida por lo que once varas son unos diez metros, lo que implicaba una muralla demasiado alta para ser tomada.
- No hay moros en la costa: Tras la Reconquista, las costas de España estuvieron dos siglos sometidas a la piratería berberisca, hasta tal extremo que se decía que un pueblo se acostaba normal y se despertaba desierto, con los hombres muertos, y las mujeres y los niños esclavizados de camino a los puertos piratas del norte de África. Para evitar tales ataques, se trasladaron los pueblos al interior y se colocaron vigías en las costas. Cuando no había moros en la costa significaba que no había peligro.
- Se armo la de San Quintín: Alude a la batalla que tuvo lugar el día de San Lorenzo —10 de agosto— de 1557, ganada por las armas españolas de Felipe II sobre los franceses, y en la que los Tercios estuvieron dirigidos por Manuel Filiberto, duque de Saboya.