El comandante Idelfonso Elorriaga, fue uno de los más decididos paladines del ideal monárquico, defensor acérrimo de la causa realista, en una época convulsionada por la revolución, en la cual se decidió tempranamente y sin vacilar a tomar las armas para contribuir a someter con pólvora y espadas a los rebeldes patriotas chilenos que osaban emanciparse de la corona española, alcanzando renombre y un lugar destacado de primer orden como comandante realista, siendo uno de los más enconados rivales que hubo en la guerra de secesión entre 1813 y 1817.
Idelfonso Elorriaga nació el año 1782 en la localidad de Aspurú, de la provincia española de Alava. Siendo muy joven llegó a Sudamérica para establecerse en Chile, ejerciendo la actividad mercantil como dependiente al servicio del acaudalado comerciante español don Domingo Díaz de Salcedo y Muñoz. Íntimamente ligado a este último, Elorriaga estrechó más aún el vínculo con su protector, por dos vías complementarias a lo laboral. La primera fue al contraer matrimonio con Manuela Díaz, una de las hijas de su jefe; y la segunda vía fue al entrar a servir como cadete en julio de 1806, en el Regimiento de Milicias del Rey de Santiago, unidad militar capitalina de reservistas, que era comandada por el propio Domingo Diaz. En 1807, tras el ataque británico a los puertos de Montevideo y Buenos Aires; la Capitanía
General de Chile se vio convulsionada ante la amenazante agresión inglesa; todo lo cual llevó a efectuar una gran movilización bélica. Para efectos de entrenar a las tropas, se estableció en Santiago el denominado campamento de Las Lomas, el cual sirvió por meses como centro de instrucción de combate. Fue bajo esta instancia que Elorriaga se interiorizó del mundo militar, siendo promovido en 1807 al grado de subteniente.
General de Chile se vio convulsionada ante la amenazante agresión inglesa; todo lo cual llevó a efectuar una gran movilización bélica. Para efectos de entrenar a las tropas, se estableció en Santiago el denominado campamento de Las Lomas, el cual sirvió por meses como centro de instrucción de combate. Fue bajo esta instancia que Elorriaga se interiorizó del mundo militar, siendo promovido en 1807 al grado de subteniente.
El autor Andrés Ruggieri, en su libro Intrépido, Temeriario y Audaz aborda todas sus destacadas campañas militares, hasta la toma de Talca en marzo de 1814.
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