Esta uva se conoce como Cepa País llegó a Chile junto con las misiones españolas en el siglo XVI. Los misioneros necesitaban un vino para celebrar la misa. Se requería de un vino que pudiera conservarse durante todo el año, sin perder sus cualidades. Y esta cepa fue la elegida para utilizarse en el nuevo Mundo.
La vid fue introducida concretamente por el conquistador Don Rodrigo de Araya que es consignado como el primer viticultor de Chile por el Acta de Fundación del Vino Chileno, descubierta en el Archivo de Indias por el historiador José Toribio Medina. «Hay viñas y en ninguna parte de las Indias se ha dado tan buena uva como en esta tierra; hácese muy buen vino. El primer hombre que lo hizo fue un vecino que se dice Rodrigo de Araya, y así mismo fue el primero que trajo trigo a esta tierra».
Durante siglos fue la más cultivada y consumida, pero a finales del siglo XIX comenzó a perder protagonismo con la llegada de variedades francesas, como Cabernet Sauvignon y Merlot. Actualmente se encuentra principalmente en el secano de la Región del Maule y el Bio Bio, las primeras tienen una antigüedad mayor a 100 años. Existen varias viñas que lideran el rescate de la cepa País (como la Viña Bouchon).
Es una planta muy peculiar, dado que es planta rústica, que se las arregla como puede crecer y dar frutos. Sin embargo es una cepa noble, crece en cualquier parte, se afirma y si no se riega produce menos, pero no muere.
La uva País tuvo su época de oro en Chile.
A mitad de siglo y hasta mediados de los ochenta, se la mezclaba con vinos corrientes para crear lo que hasta ahora se llama Burdeos. Un tinto clásico, en botella familiar que por entonces se tomaba los domingos. Ha sido también utilizada mucho junto a la cepa carignan para producir vinos un poco más elegantes. En Argentina la uva País es llamada uva criolla.