Thomas Cavendish (1555-1592) era de una familia noble y adinerada de Inglaterra, pero dado su carácter aventurero y vividor llegó a perder todo el capital heredado. En su afán por recuperar riquezas, obtuvo una patente de corso de la Corona Británica y como tal se disponía a atacar y robar puertos españoles en américa, tal como lo había hecho Francis Drake años antes.
De este modo, zarpó del puerto Plymouth en 1586 con destino a los puertos del pacifico. Al atravesar por el Estrecho de Magallanes se encontró con las ruinas de “Nombre de Jesús” y “Puerto Rey Don Felipe” que eran asentamientos dejados cuatro años antes por Sarmiento de Gamboa, quien había sido mandatado por el Virrey de Perú para fortificar y proteger el estrecho. De esas guarniciones españolas quedaba sólo don Tomás Hernández el resto había muerto de hambre. Cavendish renombró el lugar como “Puerto de Hambre”, subió a Hernández a bordo y siguió rumbo al norte para atacar el Valparaíso.
Sus planes se vieron frustrados al llegar a Valparaíso puesto que había una densa niebla que cubría toda la bahía y no era posible desembarcar ni realizar ataque alguno. Por lo que se dirigió al norte a Quintero, fondeando en la bahía el 9 de abril de 1587, desembarcó llevando a Tomás Hernández como interprete.En el lugar se toparon con tres jinetes armados con lanzas y adagardas (escudos), al día siguiente Canvedish se interna con más de 50 corsarios entre 10 y 12 kilómetros sin ubicar ninguna población para hacer sus fechorías.
Gracias a que Hernández informó a los tres soldados, las autoridades fueron advertidas de las intenciones de la flotilla de 3 buques del corsario. Ante la gravedad de la situación, el Corregidor don Alfonso Campofrío y Carvajal envió presurosamente tropas desde Santiago a enfrentar a los piratas, produciéndose el enfrentamiento entre ellos la mañana del 11 de abril de 1587. Esta fue la primera batalla de Chile contra fuerzas extranjeras en territorio nacional, la defensa criolla logró producir varias bajas entre los corsarios quienes debieron huir combatiendo hasta llegar a los botes en los requeríos del sector de Loncura, los fuegos de uno de los navíos permitió que los invasores lograrán llegar a sus buques; en el enfrentamiento se destacó el capitán Alonso de Arévalo Briseño.
Finalmente, zarparon el 15 de abril, con rumbo a Arica que era un importante puerto vinculado a las minas de plata de Postosí, donde se hizo de 2 buques por lo que pidió rescate el cual no fue pagado los que finalmente hundió. Siguió navegando pero no se atrevió a atacar ni Pisco ni El Callao debido a sus fortificaciones. Logró hacer de las suyas en Guayaquil y Acapulco, donde se quedó con el Galeón Santa Ana, luego se dirigió a Filipinas para posteriormente regresar a Inglaterra vía el océano indico y el atlántico; la Reina Isabel de Inglaterra estuvo muy complacida con sus “hazañas” y riquezas mal habidas, puesto que el botín era casi tan grande como el de Drake.