Los nombres dados por los conquistadores a nuestras ciudades, revelan una sensible carga de sentimientos. Se ha dicho que la toponimia de las diversas regiones indianas revela la nostalgia por la tierra de origen, el pueblo, la propia familia, el apellido y sus títulos. Aquí se inscribe el de la capital de Chile, Santiago Apóstol, que lo comparte con otras 632 ciudades, pueblos, lugares y jurisdicciones en las tres Américas y España.
Para la monarquía católica la fiesta del Apóstol Santiago era un día de festejos y regocijos. Ahí donde el santo era además el patrono de la ciudad o del pueblo, la celebración adquiría tintes de esplendor. En Santiago de Nueva Extremadura — remota capital del Reyno de Chile, tomo un claro tinte guerrero.
Este es el Santiago que convocó a celebrar cada 25 de julio, uno de los días más solemnes de nuestra ciudad, donde los protagonistas de la fiesta con toda ostentación y lucimiento son la figura de Santiago y el estandarte real, desde que el 24 de febrero de 1541, don Pedro de Valdivia invocara al patrón de su tierra, fundado en el valle del Mapocho la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo o de Nueva Extremadura, convirtiéndose Leer más
