Alcaldesa de Santiago cambia nombre a calle Manuel de Amat, ¿pero quién fue él?

Por estos días se impulsa el cambio de nombre de ocho calles con motivo de homenajear a fallecidos militantes comunistas entre ellas figura la calle Manuel de Amat, la cual reduciría su extensión a apenas 2 cuadras, lo cual causa polémica entre los vecinos del antiguo barrio San Eugenio de la comuna de Santiago.

 

 

 

 

Acá les contamos brevemente la biografía de quien fue Gobernador de Chile y luego nombrado virrey del Perú por el rey Carlos III.

Manuel de Amat y Junient

Manuel de Amat y Junient, nació en el seno de una aristocrática familia española, radicada en Cataluña. Segundo hijo de Josep d’Amat i de Planella (primer Marqués de Castellbell) y de Maria Anna Junyent i Vergós (hija del primer Marqués de Castellmeiá). Nació en el castillo de sus mayores, por 1704, y desde joven destaco por su inteligencia que sumada a la educación que se daba a los nobles, le dieron reputación de hombre ilustrado. A los 11 años inicia su carrera militar en el Ejercito español, como subteniente de granaderos reales, luego coronel del regimiento Batavia (1748-1754). Era caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén (después de Rodas, hoy de Malta). Poseía el grado de Mariscal de Campo cuando SM Fernando IV, por real cédula del 25 de noviembre de 1754 lo nombra Gobernador, Presidente de la Real Audiencia y Capitán General del Reino de Chile.

Gobernador de Chile

Viaja a Chile por la vía de Buenos Aires con algunos parientes y servidores, y se recibió el mando en Santiago el 28 de noviembre de 1755. Apenas asumió el cargo se abocó con ahínco estudiando las necesidades más urgentes del reino. Recorrió todo el país y mandó construir varias fortificaciones en la costa y en la frontera mapuche, como Santa Bárbara, y fundó poblaciones junto a ellas, como San Juan Bautista de Hualqui, Nacimiento y San Rafael de Talcamávida, alrededor de los cuales fundó o repobló villas con estos nombres los que existen hasta la actualidad.

Fundó pueblos de indios a fin de atraerlos a la civilización española, terminando con los disturbios en la frontera para lo cual convocó parlamentos con los mapuches, primero en el Salto del Laja (1758) y después en Santiago (febrero de 1760), con el fin de garantizar la seguridad de las comunicaciones entre Chiloé y Concepción, pero finalmente sólo consiguió un acuerdo parcial sin embargo consiguió juramentos de obediencia a Su Majestad.

En Santiago, emprendió importantes obras públicas y tareas administrativas, donde logró regularizar el funcionamiento del cabildo de Santiago que por falta de quórums de sus sesiones permanecía prácticamente acéfalo. Dentro de sus obras destaca la prolongación de los Tajamares del río Mapocho para protegerá la ciudad de las constantes crecidas del rio, creó un mercado en la Plaza de Armas.

Realizó la reestructuración de la Real Universidad de San Felipe (1757) que de académica pasó a ser docente, a cargo de calificados catedráticos, iniciando así una meritoria y destacada labor educativa en el reino.

El 12 de octubre de 1758, fundó el primer cuerpo de policía chileno, el cual se llamó «Dragones de la Reina», denominación que mantuvo hasta 1812 cuando pasó a llamarse «Dragones de Chile». Dispuso que reorganizaran las milicias de reino dándoles una fuerte estructura militar.

En cuanto a la economía, se empeño en fomentar la explotación de minas de plata y de favorecer la agricultura, persiguiendo a ociosos y malhechores dedicados al hurto y abigeato.

En los primeros días de septiembre de 1761 llegó a Valparaíso «el Peruano» buque, procedente de Callao con la Real Cédula de Carlos III por la cual lo designaba Virrey del Perú, con el grado de Teniente  General. El mismo pidió que se le hiciera un Juicio de Residencia, del cual salió favorecido.

Virrey de Perú

En Perú también se destacó por su laboriosidad y buen desempeño, entre sus obras se cuentan:

  • Continuar con la reconstrucción de Lima y la embelleció con grandes obras arquitectónicas, como la Iglesia de las Nazarenas, la torre de la Iglesia Santo Domingo, la Plaza de Acho, el Paseo de Aguas y la Quinta Presa.
  • Ejecutó la orden de expulsar a los jesuitas (1767).
  • Creó la Junta de Temporalidades, para administrar y vender los bienes de los jesuitas expulsados.
  • Fundó el Real Convictorio de San Carlos.
  • Terminó la construcción de la fortaleza del Real Felipe en Callao.
  • Creó la Compañía de Dragones y organizó un ejército profesional que sustituyó a las milicias.
  • Fundación de la ciudad de Cerro de Pasco.
  • Descubrimiento de la mina de Hualgáyoc, en Cajamarca.
  • Creación de la Real Aduana.

En su vida amorosa, se vinculó a una joven y bella actriz la plebeya Micaela Villegas, más conocida como «La Perricholi», lo cual escandalizó a la comunidad de Lima puesto que tuvo un hijo con la artista que se llamó Manuel.

Finalmente, en 1776 regresó a Barcelona y mandó construir un suntuoso palacio en La Rambla. Conoció a María Francesca de Fiveller i de Bru, con quien se casó el 3 de junio de 1779; la boda se celebró por poderes, ya que el novio estaba en Madrid. El 14 de febrero de 1782 murió el virrey. Como herederos dejó a su mujer, su sobrino Antonio Amat y Rocabertí y su hijo Manuel Amat y León (hijo que tuvo con la condesa de Castilla, doña Josefa de León). El heredero del título fue su sobrino, mientras su hijo con la condesa de Castilla heredó gran cantidad de dinero, tierras y joyas; mientras, el hijo que tuvo con Micaela Villegas, viajó a la Península para reclamar parte de la herencia, pero debido a su condición de ilegitimidad regresó sin éxito a Lima. Su viuda residió en el palacio hasta 1791, por lo cual se lo conoce como el palacio de la Virreina.