Andrés Bello: Maestro del Hispanoamericanismo

Autor: Emilio Acosta @izzyemilio Falleció 15 octubre de 1865, fue el autor del Código Civil Chileno, fundador y primer rector de la Universidad de Chile. Fue filósofo, poeta, traductor, filólogo, ensayista, educador, político y diplomático. Como reconocimiento su imagen está en billete 20 mil pesos, el de más alta denominación en Chile. Es conocido como el más grande humanista de Hispanoamérica.

Andrés Bello nació un 29 de noviembre de 1781 en Santiago de León de Caracas. Su padre, don Bartolomé Bello, era abogado de la Audiencia de la ciudad. Sin ser una familia adinerada, de origen canario, tuvo una infancia sin mayores carencias económicas.

En junio de 1800 se hizo de bachiller en artes en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, año que se produjo su primer encuentro con Alexander von Humboldt, a quien acompañó a la cima del cerro El Ávila.

A los veintiún años recibió su primer cargo público: Oficial segundo de la secretaría de la Capitanía General de Venezuela. Fue una de las figuras más importantes del humanismo liberal hispanoamericano.

Bello participó en logias Lautaro, donde se llenó de ideología separatista y participó en el proceso independentista. Como parte del bando revolucionario, integró junto a Luis López Méndez y Simón Bolívar la primera misión diplomática a Londres, donde residió entre 1810 y 1829.

Con el pasar de los años sus escritos solían señalar los aportes invaluables de la cultura española y la hispanidad, un grupo de razones por las que España es un factor fundamental en occidente, siendo imposible escribir la historia de la civilización occidental sin ella.

Don Andrés recalcaba que era necesario que los países hispanoamericanos empezaran a estudiar los orígenes de su historia y su cultura.

Siempre enseñó lo que representa la idea de la «patria» como factor espiritual. Para él, las grandes naciones se basan en tres puntos: hechos, palabras y patria.

Desde Londres y luego desde Chile, señaló con gran ímpetu la importancia de la unión de los países hispanoamericanos para su desarrollo:  «Las varias secciones de la América han estado hasta ahora separadas entre sí; sus intereses comunes las convidan a asociarse; y nada de lo que pueda contribuir a este gran fin desmerece la consideración de los gobiernos, de los hombres, del estado y de los amigos de la humanidad. ¿Qué relaciones de fraternidad más estrechas pueden concebirse que las que liguen a los nuevos Estados americanos entre sí? ¿Cuándo ha existido en el mundo un conjunto de naciones que formasen más verdaderamente una familia?»