Salarios Virreinales, Alto Índice de Desarrollo

Es común y hasta popular en Hispanoamérica la idea de que los problemas del subdesarrollo son culpa de la herencia española. Constantemente lo vemos señalado en los medios de comunicación o en declaraciones políticas, como motivo principal de la pobreza en el continente.

Pero nada más alejado de la realidad; entre 1800 y 1820, los niveles de vida de los trabajadores en la América española eran superiores, midiendo por la capacidad de compra de los salarios en productos como grano, carne y azúcar. Eran de los salarios más altos del planeta, más altos que en Asia y algunos países europeos (ver gráfico de comparación de salarios).

En el virreinato de la Nueva Granada en 1795, el sueldo anual del virrey era de 320.0000 reales. Un trabajador rural ganaba 240 reales, el administrador de la Casa de Moneda: 24.000 reales, carpintero: 544 reales, maestra: 192 reales, el jornal diario era entonces de 2 reales.

Biológicamente, las estaturas en Nueva España y Venezuela, eran similares a las europeas. Al igual que en los EEUU o Gran Bretaña existían diferencias sociales en las estaturas. En cambio, entre las décadas de 1730 y 1760 las diferencias decrecieron y no resultan mayores que en estos dos países.

Alexander Von Humboldt cita lo siguiente:

“El agricultor indio es pobre pero libre. Su situación es mucho mejor que la de los campesinos del norte de Europa, en especial rusos y alemanes. El número de esclavos es prácticamente cero.”

“¡Esto debe saberse en Europa! Los mineros mexicanos son los mejores pagados del mundo, ellos reciben de seis a siete veces más salario por su labor, que un minero alemán.”

El historiador mexicano, Toribio Esquivel Obregón cita también:

«El jornalero de la época virreinal, con 250 días de trabajo podía comprar 37,71 hectolitros de maíz, y en 1908 solamente 23,51 hectolitros. En 1792 podía comprar 23 medidas de 100 kgs de harina y en 1908 ya nada más que 5,25. El jornalero de la época colonial podía comprar tanto trigo como el francés de hoy (1915)»

En conclusión, los duraderos problemas económicos de Hispanoamérica, no están enlazados con el período virreinal como muchas personas piensan, sino después, a partir de las independencias.

Autor: Emilio Acosta, Historiador de  Venezuela Provincial

Instagram: @VenezuelaPriovincial