El dictador Daniel Ortega que gobierna la mala vida de millones de nicaragüenses. Despojó de su nacionalidad a cientos de compatriotas. El denominador común. Oponerse a sus deseos y designios. Vociferar por libertad y elecciones libres e informadas. Publicar estadísticas que demuestran la falsedad de sus afirmaciones. Hablar mal de él en público. Reírse de forma irónica de sus políticas.

Si ordenamos los países en función de su Índice de desarrollo humano (IDH), Nicaragua se encuentra en el puesto 126 de 187, es decir, sus habitantes están en un mal lugar dentro del índice. Con un valor IDH de 0,819 (en una escala de cero a uno) Chile se ubica en el puesto número 40 de la clasificación mundial y en primer lugar en América; lo que no es mucho tampoco dado la miseria en la que viven los demás. Es como decir que nuestra inflación es de las mejores de Hispanoamérica, Ya que Venezuela, Argentina y otros distorsionan la estadística. Pero en fin nos va mejor que al resto de miserables corruptos. Porque es una miseria debido a la corrupción y no a la pobreza. Es como ser hijo de un ludópata o un drogadicto. Da lo mismo cuánto gane y tenga. Jamás les alcanza. Lo digo solo para aclarar los argumentos posteriores. Este dictador de pacotilla con ínfulas de estadista. Un miserable de aquellos. No sólo les arrebata la nacionalidad a estas personas. Además los expulsó de su nación. No la de él. La de ellos. Ante tal abuso. El gobierno de Chile. Mediante un comunicado de Cancillería, se señaló que “ante la reciente decisión del Estado de Nicaragua de privar de su nacionalidad y derechos políticos a más de trescientas personas nicaragüenses, identificadas como opositoras políticas, el Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional”. Sumándose a una acción similar de la madre patria España realizó. Quien fue la primera en hacerlo. Leer más
Al finalizar ese su desempeño militar fue reconocido y recompensado con minas de plata en el cerro de Porco (Potosí), y tierras en el valle de la Canela (Charcas). Cercana a esta encomienda estaba la parcela asignada a la viuda de un militar, Inés Suárez, con quien estableció un vínculo íntimo, a pesar de estar casado en España.
Llegan noticias inesperadas. Alonso Corona, jefe de la guarnición de Purén, advierte sobre un inminente levantamiento de los indios, y pronto los chasquis informan que Tucapel ha sido destruido. Curtido en tantas batallas, cual Quijote el Padre de Chile no se amedrenta. Juzga pacificado el Arauco, y cree que enfrenta una asonada local. Envía una nota a Juan Gómez de Almagro para que se le reúna en Tucapel el día de navidad con algún contingente de caballería, y parte a la lid con poco más de cincuenta cristianos y dos mil indios amigos. La providencia siempre le ha socorrido: ¿por qué dudar esta vez?
Todo comienza por una petición del Cabildo de Santiago en 1733, en que solicita a Su Majestad el Rey Felipe V la instalación en Chile de una casa de acuñación de monedas. Frente a la demora de la respuesta, Francisco García Huidobro, comerciante peninsular avecindado en Santiago, solicitó en 1741 al rey de España permiso para instalar una fábrica de monedas y así solucionar el problema de creación de circulante, que se producía cuando se atrasaba el envío de monedas desde Perú donde existía
¿Cuántas veces no hemos escuchado o dicho esta expresión?. Lo hacemos para referirnos a que somos hijos de esta bella tierra. Sin embargo, este noble grano se come en muchas partes y que NO es originario de nuestro país. Esta legumbre es originaria de América Central, lo que hoy es México, Guatemala, Honduras y El Salvador y existen más de 50 variedades y se les otorga diversos nombres entre los más comunes están frejol, frijol o fríjol, frisol, habichuela, caraota, poroto, judía, fréjol, alubia, entre los principales. La palabra «Poroto» se usa en En Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, se sabe que proviene de la palabra quechua «purutu«.
Tal día como hoy 7 de octubre de 1841 el Coronel Chiloense Don Santiago Barrientos Alvarado oriundo de Castro Chiloé, en el propio Palacio Real de España siendo alabarda, salva la Constitución Española y trono de la princesa Isabel II (de 11 años) al evitar el rapto de esta por parte de su madre la Reina Maria Cristina. Barrientos era 2.º jefe de la Guardia de Alabarderos y debió encabezar la defesa desde el segundo piso del palació con solo 19 alabarderos a su mando, el y su tropa fueron galardonados con la cruz laureada de San Fernando.

